Departamento Prensa

Dos hombres mayores de edad, fueron demorados en la tarde de hoy, uno de ellos sindicado como el autor de amenazas calificadas con arma de fuego, durante un violento episodio ocurrido en la ciudad de Centenario. Como resultado del procedimiento realizado por personal policial de la Comisaría Quinta, fue posible además secuestrar el arma utilizada.

El hecho se produjo en horas del mediodía, cuando un vecino de Centenario decidió dirigirse hasta la vivienda de familiares de un hombre que reside en la ciudad colonial y sobre quien recae una denuncia radicada por vecinos, vinculada a una presunta estafa en la venta de terrenos.

Según lo manifestado por el damnificado en la denuncia radicada horas más tarde, no fue posible entablar diálogo con los familiares del presunto estafador, por lo que decidió abandonar el lugar, pero los violentos, que no estaban dispuestos a dar por terminado el conflicto, siguieron en una Ford Eco Sport al vecino.

Al arribar al barrio Mutual Patagonia, la víctima y testigos del hecho, manifestaron que uno de los ocupantes del vehículo descendió portando un arma de fuego, que luego apoyó en la cabeza del vecino de manera intimidante.

Rápidamente a solicitud del Destacamento Alborada, personal policial de la Comisaría Quinta acudió al lugar y ante el pedido de los vecinos, le solicitaron al presunto autor de las amenazas calificadas que abandonara el habitáculo de la camioneta. Fue entonces que mientras los uniformados identificaban correctamente al sujeto de 32 años, el conductor de la camioneta y padre del joven, aprovechó para darse a la fuga.

Sin embargo y pese al intento por escapar, efectivos que se habían plegado al procedimiento lograron interceptarlo en la esquina de Lugones y Juan Pablo Segundo. Instantes previos a la demora, el personal policial había advertido cómo el hombre de 62 años había arrojado lo que parecía ser un arma de fuego en un sector descampado.

Más tarde y productor de un rastrillaje, finalmente los efectivos pudieron dar con el arma, que resultó ser un revólver calibre 32 con siete cartuchos en sus alvéolos.